Las principales características del jamón gran reserva que lo distinguen en su calidad derivan de la pureza de la raza de los animales, de la cría en régimen extensivo de libertad del cerdo en dehesas arboladas donde puedan moverse, de la alimentación y de la curación del jamón, que son de mas 15 meses. El jamón se distingue del resto por su textura, aroma y sabor singulares y distinguibles aunque el sabor varía según el grado de bellota que haya comido el cerdo, y del ejercicio que haya hecho.
La baja salinidad del proceso de secado y el curado prolongado, confieren a los jamones gran reserva unas características excepcionales. La mejor manera de disfrutar de un Jamón Serrano Gran Reserva es saborearlo recién cortado, en finas lonchas.